sábado, 1 de septiembre de 2007

Impresiones sobre Mérida

Como os decía en la entrada anterior, la ciudad es un elenco de sorpresas

1ª sorpresa: En pleno verano extremeño, es decir, 40º C. a la sombra, el horario de tarde de los monumentos es de 5 a 7. Debe ser para que los visiten los lagartos porque si no, no me lo explico. Existen 2 teorías al respecto, según B-B es que "están locos estos romanos", según yo, es para conservarlos, ya que el turista que los visite en esas horas se muere y no vuelve a pisarlos, así no se desgastan las piedras y los podrán contemplar generaciones posteriores. ¡Claro, así han durado 2.000 años!

Afortunadamente existen otros monumentos por la ciudad que se pueden ver libremente sin horarios mientras paseas.

2ª sorpresa: Los monumentos que puedes visitar sin horario y sin pagar dan pena. Es una lástima lo mal conservados que están, lo poco que los han valorado y lo poco que los han cuidado. Ahora están tratando de adecentarlos un poco y tratar de conservar lo poco que queda en pie.




Como veis en la foto del Templo de Diana (izda), en su día se llegó a construir dentro una vivienda, en otros casos las viviendas están muy próximas a los monumentos como en el Foro Romano (dcha),o construidas directamente sobre ellos como en La Morería. (abajo)




En el acueducto de San Lazaro del que deben quedar 3 ó 4 arcos, hay una casa apoyada entre sus pilares.




En realidad la actual Mérida está construida totalmente sobre la antigua sin respetar nada. En la siguiente foto se ve una maqueta de cómo se supone que fue la ciudad romana.





Afortunadamente existe el Museo Romano, cuya visita recomiendo. Es un edifico de Moneo muy luminoso y diáfano donde las cosas no están expuestas de forma abigarrada por lo que la visita se hace de forma muy ágil y no te cansa. En él se pueden ver preciosos mosaicos, rosetones, bustos, esculturas, objetos de uso cotidiano, instrumental médico … que de otra forma se hubieran perdido o roto en vista del cuidado que tienen de las cosas romanas.


Por cierto, fijaos en la foto de la columna donde está apoyada B-B y comparar su tamaño. Vale que B-B no es Gasol, pero no me digáis que no es grande, pues bien, esta columna es del Templo de Diana. A que puesta en el templo no da sensación de que sea tan enorme.




3ª sorpresa: El puente romano que, con una longitud de 792 metros, cruza el Guadiana sigue en pie y eso que hasta hace 15 años aproximadamente se permitía el tráfico sobre él de todo tipo de vehículos: coches, camiones de diversos tonelajes, autobuses, que además coincidían parados al tiempo sobre él, porque había un semáforo al final del puente que originaba unos enormes atascos. Un peso que era impensable que tendría que soportar cuando lo construyeron hace 2.000 años, porque aunque todas las legiones romanas hubieran estado formadas por obesos mórbidos y se hubieran dado cita al mismo tiempo sobre el puente, creo que no igualarían el peso que ha estado soportando ese puente.







4ª sorpresa: Dicen que el exceso de civilización causa la caída de los pueblos. Pues tranquilos chicos que estamos a salvo. Después de 2.000 años no hemos cambiado nada. Estamos acostumbrados a que de los romanos solo hemos heredado el Derecho, pues bien, en Mérida he podido comprobar que no es así. Ellos ponían mosaicos en el suelo y nosotros baldosas; ellos pintaban frescos en las paredes y nosotros colgamos cuadros.








Ellos tenían teatro y nosotros también, incluso la forma del escenario y las gradas parecidas; Ellos tenían fieras y nosotros toros (incluso las plazas de toros tiene la forma de los anfiteatros).



Ellos luchas de gladiadores y nosotros boxeo. Lo que más me ha llamado la atención ha sido el Circo, no por el edificio que está totalmente arruinado y solo queda en pie una parte de las gradas, aunque es de los pocos del mundo que conserva el perímetro y la pista original prácticamente al completo, (la carretera y el camino que se ve en la foto debieron de ser más importantes y le quitaron el trozo de la esquina derecha) si no porque allí se celebraban las carreras de bigas (2 caballos) y de cuádrigas (4 caballos). Los grandes campeones aurigas (conductores) ganaban fortunas. En cada carrera corrían 4 equipos que se distinguían por los colores que llevaban, que a su vez representaban a los comerciantes que los patrocinaban. Les sonará algo de esto a Yamaha, McLaren, Alonso o Rossi. Como veis, después de 2.000 años tan solo hemos cambiado los 2 ó 4 caballos por 2 ó 4 ruedas. La expresión “el circo de la fórmula 1” ¿Procederá de aquí también?.




Aunque seguramente nuestras contrarias no pensarán lo mismo, no podemos evitar que nos guste ver las competiciones deportivas, lo llevamos grabado en los genes. Mientras que el teatro tenía un aforo para 6.000 personas, que ya tenía que haber aficionados para llenarlo y parecido número el anfiteatro, en el circo, cabían 30.000. Han pasado muchos años pero seguimos siendo los mismos.

5ª sorpresa: No existe en el mundo ningún alumbrado como el de Mérida.




Si pensáis que somos raros por fijarnos en estas cosas mientras paseamos, que pensareis de un tipo que presentó una reclamación contra una empresa de alimentación que hacía las letras de la famosa sopa de ídem, porque había comprado 10 paquetes y en todos faltaban la W y la F.


Hasta la próxima entrada.

1 comentario:

spock dijo...

Bienvenido de nuevo a la blogosfera. Se echaban de menos tan minuciosas e ilustrativas rutas. No conozco Merida y voy a ir.
PD: B.B. sigue saliendo enana en las fotos que la haces. Se nota que admiras más otros monumentos........