viernes, 30 de noviembre de 2007

Gredos-Jerte-La Vera

Es la primera ruta que hacemos acompañados de unos amigos en moto. Tengo ciertos reparos porque me gusta ir a mi bola, sin tensiones; ni correr porque has perdido al otro vehículo, o no poder aflojar para recrearte en un paisaje para que el otro no te espere, etc., pero al final resultó muy divertida y nos entendimos perfectamente por lo que disfrutamos de un bonito viaje.

Comenzamos la ruta con mucha calma sumidos en el atasco habitual de fin de semana por la carretera de Extremadura N-V, hasta que vino a nuestro rescate un furgón de la Guardia Civil con las luces y la música. Hábilmente nos colocamos detrás de él y nos fue abriendo paso hasta Navalcarnero que era donde habíamos quedado con nuestros amigos para comenzar la ruta. Como no era casi tarde, empezamos tomando café en la plaza del pueblo para hacer tarde del todo.
Comenzamos la ruta de verdad atravesando varios pueblos de la Comunidad de Madrid hasta su límite con Ávila y Toledo. Estamos en el apéndice suroeste, ese por el que Madrid se infiltra entre esas Comunidades y a nada que te descuidas te sales. Pasamos por Villamanta, Aldea del Fresno, ¡Que afán tienen en ese pueblo por recrear cosas imposibles en la meseta madrileña! A las afueras del pueblo existe una especie de playa artificial hecha en una represa del río Alberche. Ahora como no llueve ni los ríos llevan agua, tiene un aspecto bastante triste y un poco más alejado se encuentra la Reserva el Rincón, una especie de sabana africana con animales salvajes en libertad que puedes ver desde el coche. Con la moto no lo he intentado no sea que pase como en Parque Jurásico, que las atracciones se comen a los turistas.
Seguimos camino de Villa del Prado donde dejamos la llanura y comenzamos a trepar rodeados de enormes extensiones de pinares sin fin y así pasamos por Cadalso de los Vidrios y Rozas de Puerto Real, donde se encuentra el único o por lo menos, más grande castañar de Madrid. Bajamos por la carretera que comienza a estar tapizada con las primeras castañas maduras que caen y acompañados de las hojas roji-amarillas de los árboles y terminamos en la M-501 donde giramos a la izquierda en dirección a Sta. Mª del Tiétar, ya en la provincia de Ávila. Pasamos por Sotillo de la Adrada, La Adrada, donde paramos nuevamente a repostar, pises diversos, nuevos cafés, cigarros…
Ya repuestos, seguimos a Piedralaves, donde al poco, nos apartamos de la CL-501 (ya sabes, cambias de comunidad, cambias de nombre aunque la carretera sea la misma) y cogemos un desvío a Casavieja. El cambio es brutal, dejas una carretera ancha, bien señalizada y con arcén y te metes en una especie de túnel sin luz que forman las densas copas de los árboles a ambos lados de la muy estrecha carretera que no dejan pasar apenas la luz del sol y que además tiene el asfalto muy abombado en el centro y tienes que estar muy pendiente para no irte a la cuneta. Estamos empezando a subir la Sierra de Gredos y la carretera se va empinando.
Dadas las horas que iban siendo decidimos parar a comer en el siguiente pueblo, Mijares, un pueblo que se desparrama por la falda de la montaña y que todo es muy cuesta arriba o muy cuesta abajo.

Tras 2 horas de opípara comida, continuamos nuestro camino. Hemos hecho bien en parar para afrontar lo que nos espera. Ya no se trata de trepar por la carretera. Esto es escalada en toda regla. En apenas 28 kilómetros hemos subido más de 1.000 metros por una carretera estrecha y retorcida con unos "quitamiedos" que acojonan, ¡Qué ironía!, hechos con bloques de piedra y al otro lado el abismo.

Lo peor era cuando en una curva te encontrabas un coche de frente y te tenías que arrimar. No sé cómo lo harán cuando se junten 2 coches. Esto es Gredos en estado puro.

(No soy yo, pero si es la misma carretera por la que pasamos)
A pesar de las insistentes protestas de B-B, de vez en cuando, no podía evitar mirar a mi alrededor y disfrutar de las espectaculares vistas que se ofrecían desde aquella altura.

















Una vez atravesado el puerto de Mijares (1.570 metros) toca bajar aunque considerablemente menos de lo que habíamos subido. Así llegamos hasta Burgohondo donde giramos a la izquierda para enlazar con la AV- 905 a la altura de Navatalgordo. La carretera nos lleva por Navalosa y Hoyo Casero hasta Venta del Obispo, ya en la N-502. Poco dura la alegría, ya que en el siguiente pueblo, Venta de la Rasquilla, tenemos que dejar la nacional y coger un desvío a la derecha que a través de una comarcal (AV-941) nos lleva a San Martín del Pimpollar, Navarredonda de Gredos, Barajas, Hoyos del Espino y del Collado, Navacepeda, Navalperal y La Aliseda, todos ellos de Tormes. En este último paramos para descansar un poco de las curvas que llevábamos en el cuerpo, tomar un cafetito con cigarro y pises de rigor. Seguimos por Hermosillo y El Barco de Ávila, célebre por sus judías blancas. Estamos atravesando Gredos por las cumbres y por pueblos que aunque no son muy grandes, nos ofrecen su encanto serrano con sus construcciones de montaña.

Mientras paso con la moto en una soleada tarde de principios de otoño, noto que empieza a refrescar y pienso en lo duro que tienen que ser estos pueblos en invierno. En el Barco, paramos fugazmente para ponernos algo de más abrigo y prepararnos para cuando vaya cayendo la tarde. Cogemos la N-110 a la izquierda, que a veces recta y a veces sinuosa, pero sin punto de comparación con lo que habíamos pasado, nos va bajando de la montaña a las más templadas tierras del Valle del Jerte.





















El Valle se va abriendo a lo lejos y a medida que nos acercamos nos va ofreciendo unas preciosas vistas. Ahora en Otoño no es tan espectacular como en Mayo cuando se produce la floración de los millones de cerezos que hay en esta zona. Su flor blanca hace parecer que un manto de nieve lo cubre todo.

A ambos lados de la carretera se desperdigan numerosos pueblos. Pasamos por Puerto Castilla, Tornavacas y su puerto, todavía a 1.275 metros y a partir de aquí y tras unas pocas revueltas, la carretera baja en un continuo descenso. Continuamos por Jerte, que da nombre a toda esta zona, Cabezuela del Valle, Navaconcejo y Valdastillas, donde paramos a echar gasolina y a valorar lo que vamos a hacer a continuación, porque con tanta relajación y tantas paradas la noche se nos va a echar encima.

Tenemos la opción de dar un rodeo por una carretera que aparentemente es mejor pero que conlleva más kilómetros, así que los audaces jinetes, deciden seguir con el plan previsto inicialmente y saltar del Jerte a La Vera, si bien, tenemos que atravesar la Sierra de Tormantos, aunque para ser justos y advertir a los incautos como nosotros, deberían llamarla “Tormentos”.



Así que otra vez nos vemos haciendo escalada en moto (voy a patentarlo como nuevo deporte) en dirección a Piornal por una carretera estrecha y llena de curvas, esta vez con el aliciente de que el sol se estaba poniendo a una velocidad de vértigo. No habíamos valorado que ya no estábamos en verano y ahora anochecía mucho antes y más deprisa. Cuando conseguimos llegar al Puerto de Piornal (1.269 metros), ya era noche cerrada del todo y lo que es peor, ahora había que bajar en dirección a Garganta de la Olla.

La carretera nos introducía en un bosque que daba miedo hasta al lobo de Caperucita. Todo negro negrísimo, tan solo se iluminaba la parte de carretera que alumbraba el haz de luz de la moto. De vez en cuando miraba por el retrovisor y veía la moto de mi amigo y tras él la más espesa negrura que lo envolvía todo. Por delante no eran mejor las cosas, no sabías que te ibas e encontrar en el siguiente recodo. La carretera me parecía todavía más estrecha, más empinada hacia abajo y las curvas más cerradas, pero lo que de verdad me preocupaba es que nos pudiera salir algún jabalí o bicho similar y nos piñaramos contra él, pero creo que eramos los únicos seres, por el momento vivos, de los alrededores. No podíamos pasar de segunda y frenando. Lo peor era que no se veía ningún signo de civilización. A veces desaparecían los árboles y sentías como una sensación de vacío, seguramente así era y tras la negrura se escondían los más peligrosos abismos.

Afortunadamente ojos que no ven corazón que no siente. En esos momentos pierdes la noción del tiempo que llevas circulando, te entran dudas de si te habrás equivocado de carretera y de si por donde vas no llegas a ninguna parte, o va a desaparecer el asfalto y va a comenzar un camino de tierra o vas a aparecer en medio de un monte. Empiezas a valorar si es mejor continuar o dar la vuelta por donde has venido. De repente, en un recodo, veo el campanario iluminado de la iglesia de Garganta de la Olla, ¡Ya estamos salvados!, te reconfortas y sigues. Tras unos cuantos kilómetros y revueltas, descubres con cierto desasosiego, que sigues viendo el campanario a la misma altura y distancia que antes, como si no hubieras avanzado. Piensas si será una broma y te vas a pasar la noche dando vueltas al mismo sitio sin llegar a él. Tras un tiempo que se te antoja eterno, de pronto, te encuentras entrando al pueblo.

Ya recuperado el resuello y ubicados, continuamos por una solitaria ¡muy solitaria! carretera a Cuacos de Yuste y de allí en un pis pas, llegamos a nuestro destino en Aldeanueva de la Vera donde nos espera nuestro merecido descanso en un hotel rural, bastante bonito, Hotel Puerto del Emperador. Afortunadamente, el propio hotel tiene restaurante, así que dejamos los equipajes e inmediatamente nos dirigimos a darnos un merecido homenaje gastronómico y comentar, entre risas, las anécdotas e incidencias del camino.

Al día siguiente, paseo por Aldeanueva


y visita al Monasterio de Yuste, donde se retiró Carlos V. Toda está zona está marcada por el paso del emperador y todo hace referencia a él.



Después de haber pasado por las carreteras que hemos pasado en el siglo XXI, ¡Cómo serian en la época del emperador!, no me estraña que se quedara a morir aquí. ¡ Cualquiera volvía!.


Tras la visita, frugal comida para cubrir el expediente y vuelta a Madrid por la autopista.
Después de la aventura de la ida no estábamos para más experimentos. No obstante, me quedaron en el tintero cosas por ver y carreteras por recorrer que tengo ganas de hacer en primavera y de las oportunamente tendréis conocimiento.

lunes, 1 de octubre de 2007

Madrid-Lozoya-El Escorial-Navalagamella

Madrid-Lozoya-Navacerrada-El Escorial-Robledo-Navalagamella-Madrid
Dist. aprox.: 350 Kmts. Sábado, 2 de Septbre de 2007

Salimos de Madrid por la A-1 hasta el desvío a Lozoya (M-604) donde comenzamos realmente nuestra ruta. Atravesaremos la sierra de Guadarrama entre puertos, con unas vistas espectaculares, y valles llenos de vegetación.

El primer pueblo que nos encontramos es Lozoya al pie del embalse de La Pinilla. Siguiendo por esta carretera nos iremos encontrando con Pinilla, Alameda y Oteruelo, todos ellos del Valle para a continuación llegar a Rascafría (¡Que reiteración!). Pasados 2 Kmts. nos encontramos con el Monasterio de El Paular, cuyo verdadero y completo nombre es Real Monasterio de Nuestra Señora de Santa María de El Paular. Me imagino que al igual que el edificio que empezó siendo un monasterio y unos reyes le añadieron un palacio, otros el atrio, otros tierras colindantes para las huertas y los jardines, otros modificaron la decoración interior, etc. al nombre original le han idos añadiendo más nombres hasta formar el actual. Si lo visitáis no os perdáis “El Transparente”.

Para los más aventureros y deportistas, desde aquí parten numerosas rutas a pie o en bicicleta que se adentran entre los montes y frondosos bosques de los alrededores.

A pocos kilómetros del Monasterio ¡Sorpresa!, control de la Guardia Civil, que apostados a la sombra de un buen pino nos hacen señas para que paremos. Con la cantidad de coches que deben circular por aquí, nos tienen que parar a nosotros con el coñazo que supone bajarse de la moto, poner el caballete, quitarse el caso, los guantes, rebuscar la documentación por el cofre… aparte de lo arriesgado que era parar en aquella carretera tan estrecha y sin arcén. Por ese motivo, pretenden hacer que nos metamos en un camino de tierra a lo que me niego porque lo normal es resbalarse y que la moto y/o el motero terminen por los suelos. Parece que lo comprenden. Sin más preámbulos, saludos de rigor, documentación:

1ª tensión: En ese momento me acuerdo que el domicilio del carnet de identidad, no coincide con el del carnet de conducir y ninguno de ellos coincide con el actual que pone en la póliza del seguro. Lo malo no son las explicaciones al agente o la multa, lo peor es cuando a solas B-B diga: “Ya te vengo diciendo desde hace años que lo cambies”. Afortunadamente no hay consecuencias con la autoridad.

2ª tensión: No tengo el recibo del seguro. Estoy tentado de darles el del coche que llevaba en la cartera pero como es del 2003 a lo peor se dan cuenta y no entienden la broma, así que pongo cara de chico bueno y le suelto la fotocopia del fax medio borroso de la póliza que en su día me mando Mapfre ya que el original después de 3 meses sigo sin recibirlo. El agente insiste: ¿Y el recibo?. Le digo que el recibo va incluido en la póliza que le he entregado donde figura la matrícula, el periodo de validez y el importe de la prima. Inasequible al desaliento como un martillo pilón, dice: pues el banco tendría que haberle mandado el recibo. ¡Tchan, tchan! Mi neurona reacciona y suelta: es que como la moto es nueva, el primer pago lo tuve que hacer en efectivo para que me dieran el seguro de alta en el momento y poder sacar la moto del concesionario. ¡Objetivo conseguido! Mientras guardo los papeles charlamos amigablemente sobre lo bonita que es la carretera, los accidentes de moto de este verano, lo locos que van algunos, etc. y cuando nos disponíamos a subir en la moto…

3ª tensión: el agente dice, “¿Eso del casco es un bluetooth?, ¡Glups! Ahora sí que nos han pillado. Me recompongo y le digo que efectivamente y le explico las excelencias del aparato, que como no lleva auriculares (ejem, … visibles) no te impide escuchar si viene otro vehículo y sobre todo que es muy seguro y no te distrae de la conducción porque si el pasajero necesita decirte algo no tienes que levantarte la visera y girar la cabeza para escucharle. Se muestra de acuerdo en que es un sistema estupendo y nos deja marchar. La verdad es que eran buenos chicos y no tenían ninguna intención de sancionarnos, que si no me había dejado la mitad del sueldo y de los puntos.
Continuamos nuestro camino con B-B resoplando por los auriculares por los nervios que había pasado cual si hubiera estado conteniendo la respiración durante todo el tiempo y ahora necesitara recuperar el aire a bocanadas. Se le pasa enseguida porque la carretera (continuamos en la M-604) es preciosa.

Vamos caracoleando entre densos pinares al tiempo que ganamos altura. Cada 100 metros que subimos hay un indicador con la altitud hasta llegar a los 1.830 mts. del Puerto de Cotos. Según suben los metros baja la temperatura y en un instante pasamos de los 30 a los 21ºC. A partir de aquí y aunque seguimos en la misma carretera, ahora se llama SG-615. Digo yo que vaya tontería cambiarla de nombre para los 6 Kmts. que discurren en suelo segoviano. Tras esta breve excursión por el extranjero volvemos a tierras patrias y enlazamos en el Puerto de Navacerrada con la M-601. Dadas las horas que iban siendo, bajamos hasta el pueblo del mismo nombre para comer. ¡Como siempre rozando la hora límite!

Llegamos a la plaza que encontramos abarrotada de restaurantes con terraza (en alguno de los cuales nos dicen que ya no sirven) pero afortunadamente había otros que sí y disfrutamos de una tranquila comida entretenidos en el trasiego de gente y el bullicio y la animación que había.
Tras un breve paseo por el pueblo, nos volvemos a subir en la moto para continuar nuestra excursión.

A la salida del pueblo, enlazamos con la M-614 dirección Guadarrama, que va serpenteando mientras descendemos y nos permite tener unas impresionantes vistas que se pierden en el horizonte. Atravesamos la A-6 por debajo de un puente y por arte de magia la carretera se convierte en la M-600. Pasamos por delante de la entrada al Valle de los Caídos (sin secuelas por el momento). Desde la carretera solo se ve la parte superior de la enorme cruz.

Pasamos Guadarrama repleta de urbanizaciones y bloques de pisos por todos lados y continuamos hasta El Escorial. Subimos a San Lorenzo y bordeamos el imponente Monasterio.

No sé si seguirá existiendo, pero yo recuerdo haberla visto hace mucho tiempo en un tejado, una teja dorada. Dicen que realmente es de oro macizo y que la mandó poner Felipe II, para que todo el mundo supiera que en aquella época, en España, había más oro que piedras. Después de admirar, según pasamos, la colosal obra, (Merece la pena ir con tiempo y verlo por dentro, pasear por las callejuelas del pueblo y sobre todo pararse a comer en algunos de los restaurantes de merecida fama gastronómica. Por cierto, reservar siempre porque están a rebosar) seguimos por la M-512 con dirección a Ávila para enfilar el mítico puerto de la Cruz Verde tan popular entre los motoristas madrileños.

Una vez coronado continuamos con dirección a Robledo de Chavela. Las vistas desde lo alto vuelven a ser espectaculares, la lástima es que en estas fechas se ve todo amarillo, pero en primavera debe estar precioso. Tras otra buena ración de curvas descendemos hasta Robledo. Allí cogemos una carreterilla estrecha que nos lleva hasta Fresnedillas de la Oliva y de allí a Navalagamella donde paramos a ver a mi padre y sobre todo a que nos invite a buen vino, jamón y queso, que no sé de donde los saca, pero nunca le faltan.
Un saludo a la afición.

martes, 25 de septiembre de 2007

Vacaciones

Como después del viaje a Mérida nos hemos ido de vacaciones, llevaba mucho tiempo sin montar en moto ni hacer excursiones por lo que no he actualizado el blog, así que de momento hablaré de las vacaciones.

Al igual que en años anteriores nos hemos ido a nuestra casita de Ayamonte (Huelva).



Es el último pueblo de España al pie de la desembocadura del río Guadiana que sirve de frontera con Portugal, a donde puedes llegar cruzando el río en una especie de transbordadores que como si fueran una línea de autobuses salen de ambas orillas cada 10 ó 15 minutos. Otra forma de cruzar es a través de un puente muy moderno que salva el río.


















A pesar de las numerosas veces que he cruzado, me sigue sorprendiendo, cuando circulas por la autovía, que de repente has salido de España y ya te encuentras en otro país con la misma facilidad que te cambias de provincia.

Me acuerdo que cuando llegó el euro, aquí estábamos acojonados y allí, tanto en los comercios de España como en los de Portugal, los dependientes manejaban simultáneamente las pesetas y los escudos con una facilidad y agilidad asombrosas, es más, había gente que pagaba la compra parte en pesetas y parte en escudos.

Otra de las cosas curiosas de Ayamonte es la cantidad de scooters que hay, y a pesar de tener Guardia Civil y Policía Municipal, la mayoría van en ellos sin casco y nadie les dice nada, claro que, con demasiada frecuencia se ve a tres personas en un ciclomotor: el padre, el niño/a en medio y la madre detrás. De tanto verlo te termina pareciendo lo normal. Lo más de lo más que he visto es, a 2 señores en un scooter y al de atrás llevando una escalera, como esas largas de Telefónica, en el hombro o a un abuelete (seguro que pasaba de los 70 años), circulando en su scooter, con su boina bien calada, un bastón en la mano izquierda y un cigarrillo en la derecha al que de vez en cuando le daba una caldadita, ni que decir tiene que todo ello lo hacía mientras conducía. ¡ Ánimo Spock ! supera eso.

Por lo demás me da mucha envidia ver a los motorizados mientras yo voy enlatado y echo de menos mi moto.

En cuanto a las playas son estupendas y kilométricas con lo que aún en plena temporada de verano no tienes sensación de agobio, ni sombrillas/toallas pegadas con los pies del vecino en la boca. No obstante, a veces se cuela algún desaprensivo con toda su parentela que a pesar de tener toda la playa libre, te coloca las innumerables sombrillas, mesas, sillas, hamacas, neveras y demás adminículos imprescindibles para pasar un buen día de playa, pegado a ti, pero bueno, se soluciona rápidamente mirándole con ojos asesinos y cambiándote de sitio un poco más para allá.


Todavía las playas son muy naturales y aunque hay gente a quienes no les gusta, en la orilla crecen algas que quedan al descubierto cuando baja la marea. Según los expertos, esto es un índice de pureza del agua porque estas plantas son muy sensibles y en cuanto hay un poco de contaminación no se desarrollan. Otro indicador es que en cuanto metes la mano en la arena de la orilla sacas coquinas, especie de almeja suave y alargada. No seais mal pensados, las que yo digo tienen concha y se cocinan. Cuando es la temporada, creo que por Mayo, puedes ver un cordón de más de 100 personas en la orilla cogiendolas, aunque hay gente que las coge durante todo el año. Afortunadamente creo que este año han prohibido su captura salvo que tengas una licencia de pesca. Espero que sirva para que no terminen con ellas como ya ha pasado en otros pueblos de la costa.

Aunque también hay playas muy bonitas en los pueblos cercanos, como Isla Cristina o Cartaya donde hay tramos en los que los pinos y los eucaliptos llegan hasta la arena, para ser justos, he de reconocer que las playas de Portugal son mejores y más variadas. Tienes desde playas abiertas hasta pequeñas calas, otras con acantilados que bajan a pico dejando una estrecha franja de arena y otras que se han formado longitudinalmente entre el mar y un río que las separa de la tierra firme y que para llegar a ellas tienes que coger un barquito que te atraviese el río.

Otro de los aspectos que me gusta de Ayamonte es lo bien que se zampa. Cuenta con infinidad de restaurantes tanto en el propio pueblo como en Punta del Moral, el barrio de pescadores que está bastante distante del casco urbano. La comida es sencilla, sin grandes elaboraciones, pero de mucha calidad y a muy buen precio. En la playa hay chiringuitos limpios y bien preparados que suelen contar con los servicios de algún pescador que les vende lo que captura en el día. El pescado fresco está garantizado.


No obstante, si lo que te gusta es comer en tu casa, el mercado municipal lo encontrarás bien abastecido de verduras y pescados. Da gusto entrar y ver la variedad de peces diferentes que venden y sobre todo el olor a mar profundo que se respira. Para los carnívoros, también hay una tienda que tiene carne fresca de cerdo ibérico (presa, pluma, paleta, secretos y todo lo que podáis imaginar que tiene un cerdo). La bajan directamente de Jabugo dos días por semana. Hasta la humilde cinta de lomo, no tiene nada que ver ni en color ni en sabor con las que estamos acostumbrados a comer aquí de cerdo blanco.

Comprendeis ahora mis pocas ganas de volver cuando me voy de vacaciones al paraiso, donde reina la tranquilidad, el buen tiempo, la buena comida...

sábado, 1 de septiembre de 2007

Impresiones sobre Mérida

Como os decía en la entrada anterior, la ciudad es un elenco de sorpresas

1ª sorpresa: En pleno verano extremeño, es decir, 40º C. a la sombra, el horario de tarde de los monumentos es de 5 a 7. Debe ser para que los visiten los lagartos porque si no, no me lo explico. Existen 2 teorías al respecto, según B-B es que "están locos estos romanos", según yo, es para conservarlos, ya que el turista que los visite en esas horas se muere y no vuelve a pisarlos, así no se desgastan las piedras y los podrán contemplar generaciones posteriores. ¡Claro, así han durado 2.000 años!

Afortunadamente existen otros monumentos por la ciudad que se pueden ver libremente sin horarios mientras paseas.

2ª sorpresa: Los monumentos que puedes visitar sin horario y sin pagar dan pena. Es una lástima lo mal conservados que están, lo poco que los han valorado y lo poco que los han cuidado. Ahora están tratando de adecentarlos un poco y tratar de conservar lo poco que queda en pie.




Como veis en la foto del Templo de Diana (izda), en su día se llegó a construir dentro una vivienda, en otros casos las viviendas están muy próximas a los monumentos como en el Foro Romano (dcha),o construidas directamente sobre ellos como en La Morería. (abajo)




En el acueducto de San Lazaro del que deben quedar 3 ó 4 arcos, hay una casa apoyada entre sus pilares.




En realidad la actual Mérida está construida totalmente sobre la antigua sin respetar nada. En la siguiente foto se ve una maqueta de cómo se supone que fue la ciudad romana.





Afortunadamente existe el Museo Romano, cuya visita recomiendo. Es un edifico de Moneo muy luminoso y diáfano donde las cosas no están expuestas de forma abigarrada por lo que la visita se hace de forma muy ágil y no te cansa. En él se pueden ver preciosos mosaicos, rosetones, bustos, esculturas, objetos de uso cotidiano, instrumental médico … que de otra forma se hubieran perdido o roto en vista del cuidado que tienen de las cosas romanas.


Por cierto, fijaos en la foto de la columna donde está apoyada B-B y comparar su tamaño. Vale que B-B no es Gasol, pero no me digáis que no es grande, pues bien, esta columna es del Templo de Diana. A que puesta en el templo no da sensación de que sea tan enorme.




3ª sorpresa: El puente romano que, con una longitud de 792 metros, cruza el Guadiana sigue en pie y eso que hasta hace 15 años aproximadamente se permitía el tráfico sobre él de todo tipo de vehículos: coches, camiones de diversos tonelajes, autobuses, que además coincidían parados al tiempo sobre él, porque había un semáforo al final del puente que originaba unos enormes atascos. Un peso que era impensable que tendría que soportar cuando lo construyeron hace 2.000 años, porque aunque todas las legiones romanas hubieran estado formadas por obesos mórbidos y se hubieran dado cita al mismo tiempo sobre el puente, creo que no igualarían el peso que ha estado soportando ese puente.







4ª sorpresa: Dicen que el exceso de civilización causa la caída de los pueblos. Pues tranquilos chicos que estamos a salvo. Después de 2.000 años no hemos cambiado nada. Estamos acostumbrados a que de los romanos solo hemos heredado el Derecho, pues bien, en Mérida he podido comprobar que no es así. Ellos ponían mosaicos en el suelo y nosotros baldosas; ellos pintaban frescos en las paredes y nosotros colgamos cuadros.








Ellos tenían teatro y nosotros también, incluso la forma del escenario y las gradas parecidas; Ellos tenían fieras y nosotros toros (incluso las plazas de toros tiene la forma de los anfiteatros).



Ellos luchas de gladiadores y nosotros boxeo. Lo que más me ha llamado la atención ha sido el Circo, no por el edificio que está totalmente arruinado y solo queda en pie una parte de las gradas, aunque es de los pocos del mundo que conserva el perímetro y la pista original prácticamente al completo, (la carretera y el camino que se ve en la foto debieron de ser más importantes y le quitaron el trozo de la esquina derecha) si no porque allí se celebraban las carreras de bigas (2 caballos) y de cuádrigas (4 caballos). Los grandes campeones aurigas (conductores) ganaban fortunas. En cada carrera corrían 4 equipos que se distinguían por los colores que llevaban, que a su vez representaban a los comerciantes que los patrocinaban. Les sonará algo de esto a Yamaha, McLaren, Alonso o Rossi. Como veis, después de 2.000 años tan solo hemos cambiado los 2 ó 4 caballos por 2 ó 4 ruedas. La expresión “el circo de la fórmula 1” ¿Procederá de aquí también?.




Aunque seguramente nuestras contrarias no pensarán lo mismo, no podemos evitar que nos guste ver las competiciones deportivas, lo llevamos grabado en los genes. Mientras que el teatro tenía un aforo para 6.000 personas, que ya tenía que haber aficionados para llenarlo y parecido número el anfiteatro, en el circo, cabían 30.000. Han pasado muchos años pero seguimos siendo los mismos.

5ª sorpresa: No existe en el mundo ningún alumbrado como el de Mérida.




Si pensáis que somos raros por fijarnos en estas cosas mientras paseamos, que pensareis de un tipo que presentó una reclamación contra una empresa de alimentación que hacía las letras de la famosa sopa de ídem, porque había comprado 10 paquetes y en todos faltaban la W y la F.


Hasta la próxima entrada.

lunes, 27 de agosto de 2007

Viaje de fin de semana

Madrid-Mérida-Madrid

Sábado, 14 de Julio de 2007

Este es un viaje que hicimos a mediados de Julio pero como estuve muy liado en la oficina en esas fechas y después me he ido de vacaciones no había tenido tiempo de contároslo.

Tenía ganas de hace un viaje largo con la moto, así que decidimos que nuestro destino sería Mérida, ya que está relativamente cerca y si nos cansábamos a mitad de camino, podríamos regresar a casa.

En días previos habíamos acudido a la tienda de nuestro amigo Florentín (Boutique del Motor) para pertrecharnos adecuadamente para tan magno acontecimiento. Tras sus doctos consejos, salimos equipados con 2 chaquetas de verano con protecciones hasta en las etiquetas, guantes en consonancia y unas buenas botas. Los pantalones los dejamos para otra ocasión. Es decir, que si nos metíamos una hostia que pareciéramos unos moteros profesionales y no unos aficionadillos que hacían su primer viaje largo.

Como viene siendo norma habitual de la casa, salimos 2 horas más tarde de lo previsto con nuestra flamante indumentaria, cuales caballeros de la Edad Media con sus bruñidas armaduras dispuestos para montar a nuestro brioso corcel. Como también viene siendo norma habitual en Madrid, atasco monumental de salida hasta pasado Navalcarnero.

Me alegra notar que le voy cogiendo el punto al bicho y que a pesar de llevar las maletas laterales con equipaje, el cofre lleno y a B-B detrás, soy capaz de llevarla recta incluso a bajas velocidades y sobre todo me he dado cuenta que cabemos por los sitios más inverosímiles sin que haya que lamentar víctimas con forma de retrovisor.

Una vez que dejamos atrás a los “enlatados” (coches), carretera limpia para disfrutar de la conducción. La moto va perfecta, es muy cómoda y te sientes seguro.

De la ida, poco más que contar ya que la autovía no tiene muchos alicientes ni paisajes llamativos. Hicimos una parada en Madrigal de la Vera para descansar, dar de beber a los caballos y breve refrigerio para nosotros para cumplir el trámite de comer. Nada digno de mención.

Por cierto, ¡Que calor cuando paramos! 38 º C. En la moto no te enteras porque te va dando el aire aunque no alcances mucha velocidad. Bueno … eh… le retorcí un poco la oreja durante el viaje, pero no me atreví a pasarla de 160 y solo en contadas ocasiones. A pesar del peso del equipaje y de B-B (de ella en sí como persona propia, no de su peso) además del mío, la moto nos llevaba como plumas y todavía tenía recorrido para mucho más, pero se trata de disfrutar y no de jugarse la piel.

Sobre las 5 de la tarde llegamos a Mérida. Si en Madrigal hacía calor, en Mérida y a esa hora, no os cuento, así que nos fuimos directamente a la habitación del hotel (NOVA ROMA, muy céntrico, con parking y bien de precio) y nos tumbamos a descansar un poco … Ese poco resultó ser 2 horas más tarde porque nos quedamos dormidos.

Ya descansados, duchados y relajados nos dispusimos a salir para conocer la monumental Emérita Augusta, ciudad llena de sorpresas que os contaré en la siguiente entrada. Dado que a esa hora ya no podíamos ver nada de los monumentos importantes porque estaban cerrados, nos fuimos a dar una vuelta, ver algunos monumentos que puedes ver sin horario mientras paseas y buscar algún sitio para cenar. Después de un buen paseo en el que nos recorrimos todo el centro histórico, estábamos viendo un restaurante desde la puerta que nos pareció aparente y en ese momento salió el dueño quien nos invitó a pasar. El sitio se llama TABULA CALDA. Como todavía no había nadie cenando se entretuvo en enseñarnos los diferentes salones que eran pequeños y acogedores y nos contó que el restaurante estaba en los sótanos de una antigua casa romana donde habían estado las cocinas, los almacenes y otras dependencias. En algunos sitios se podían ver los cimientos de piedra. Nos acomodó en una especie de patio interior con plantas y velas en las mesas, en contrapartida no se podía fumar. A pesar de la hora me pedí unas apetitosas migas extremeñas, con sus correspondientes huevos fritos, pimientos, chorizo, tocino … y después un bacalao dorado, se trata de bacalao desmigado enhuevado. Como veis algo ligerito. B-B no recuerdo que se pidió pero sí recuerdo que le supo rico.

Al día siguiente “madrugamos” (9,30 aproximadamente), dejamos los equipajes en la recepción y fuimos a ver el teatro, anfiteatro, circo y el museo. Sobre las 2,30 comimos. Nada especial, el sitio prometía por su decoración pero la comida era de lo más vulgar y a base de raciones. Sobre las 4 recogimos la moto del parking del hotel y el equipaje que amablemente nos habían guardado y emprendimos el regreso a Madrid.

Tras unos pocos kilómetros por la autovía A-5, nos desviamos cerca de Torrefresneda para coger la N-430 por la que íbamos atravesando pequeños pueblos del Plan Badajoz que parecían fotocopias unos de otros; todas las casas iguales, la misma distribución de las calles, la misma iglesia e infinidad de verdes campos de regadío atravesados por una infinita red de canales por los que circula el agua procedente de los numerosos y enormes embalses de la zona (Orellana, de la Serena, García Sola).

A medida que nos vamos alejando de Mérida, el verde del regadío da paso al intenso amarillo del secano pero el terreno sigue siendo llano y la carretera recta. A unos 10 Kilómetros del Puerto de los Carneros (Lo llamaran puerto pero solo tiene 525 metros de altitud), nos desviamos a la izquierda para coger la N-502 que nos llevará hasta Talavera de la Reina. A unos 11 kilómetros de este desvío, todavía en tierras de Badajoz, se encuentra Herrera del Duque, pueblo famoso por ser la cuna de J.L.Mayoral. El pueblo no parece gran cosa y es de color terrizo-amarillento como si estuviera camuflado en el paisaje. Lo único destacable es su enorme iglesia. Me doy cuenta que desde que dejamos la zona de regadío, los pueblos están a muchísima distancia unos de otros y recorremos grandes distancias acompañados tan solo por vastas extensiones de terreno sin cultivar.

Es a partir del siguiente pueblo, Castilblanco, que la carretera comienza a serpentear y a subir y nos ofrece bonitas vistas del embalse de Cijara. Estamos atravesando los Montes de Toledo con sus cumbres redondeadas y bajitas y así llegamos a la comarca de La Jara. Pasamos por Sevilleja, Belvís y Alcaudete todos ellos de la Jara, aunque también vemos en las señales nombres de pueblos tan curiosos como Rico-malillo, ¿En qué quedamos? o Buenasbodas. A partir de Alcaudete la carretera se endereza como un clavo y hasta Talavera el paisaje es el típico castellano-manchego. Ya en Talavera de la Reina, como se iba haciendo tarde y al día siguiente había que trabajar decidimos enlazar con la A-5 para llegar por ella ¡en caravana! hasta Madrid.

¡Qué atasco! No sé cómo la gente tiene ganas de salir en coche los fines de semana. Cuanto más veo esto más me gusta mi moto.

sábado, 7 de julio de 2007

Intercomunicadores

Llevaba tiempo leyendo en los diversos foros moteros sobre este tema y no terminaba de decidirme. Todos los sistemas que veía se referían a un aparatejo que se instalaba en la moto y que excepto para chup... servía para todo y luego un cable retorcido que saliendo del casco se enganchaba en la moto, lo cual no me gustaba por 2 motivos:



el primero y fundamental es que me recordaba a aquellas peliculas de miedo en blanco y negro que a veces echaban por la TV cuando yo era pequeño, donde había un científico loco y dos tipos atados en una camilla con un casco en la cabeza y conectados por unos cables que servían para intercambiarse los cerebros, y visto lo visto, prefiero quedarme con el mío. Ya se que vaís a decir que en mi caso, cualquier cambio sería para mejorar, pero que queréis, más vale lo malo conocido.



y el segundo, es que siendo como soy, lo normal sería que me bajase de la moto sin desenchufarme y a la primera de cambio arrancase el cable de un tirón.



Al final, un enlace llamó mi atención y vi un novedoso sistema de Midland BT Intercom que se llama CARDO (Yo no le he puesto el nombre), que a través de Bluetooth conecta al conductor con el pasajero y que además si tienes un movil con esa tecnología puedes hablar por teléfono o escuchar la musica que lleves grabada.



Tanto un sistema como otro están prohibidisimos, pero en éste, como no llevas pinganillo en la oreja sino unos altavoces extraplanos pegados por dentro del casco, espero poder líar a los guardias si me pillan. Por otra parte el microfono no distorsiona ni hace ruido con el aire. A velocidades ligeramente superiores a 140 Km/hora se escucha con total nitidez. A más velocidad casi es mejor no hablar con el pasajero.



Después de la primera excursión que hice con B-B en el que nuestro sistema de comunicación era tan rudimientario como:



golpecitos en el hombro y/o casco

Subida de visera y giro de cabeza

Motero (con un chorro de voz)- ¿Qué quieres?

BB - Qué jjshfkkeiu8iufhoos

M - ¿Cómo dices?

BB (con voz tronante) - Que hgsayttetfdysagyue

M - (aflojando la marcha) ¿Que qué decías?

BB- Que hace 2 Km teníamos que haber cogido la carretera de la izda.

M- ¡Ah! ¡Vale! Ahora doy la vuelta.



En vista de esta experiencia no dudé en comprármelos inmediatamente. Hice el pedido por internet y a los 2 días ya los tenía en casa entregados por Seur. La tienda que los vende es http://www.locuradigital.com/ donde además tienen otros variados aparatillos para infinidad de aplicaciones.



En cuanto llegué a casa los instalé en los cascos (incluso para mí fue sencillo) y B-B y yo nos fuimos a hacer la prueba inaugural con una ruta corta pero muy bonita:



Salimos de casa y enfilamos la M-607 en dirección a Colmenar Viejo, situado a 31 Km al Norte de Madrid. Durante todo el trayecto, además de las gruas de las construcciones, se divisa a lo lejos, la Sierra de Guadarrama. Un poco pasado Colmenar, y aunque seguimos en la misma carretera, se termina el doble carril, pero la carretera sigue siendo excelente y ya se dejan de ver ladrillos para ver campo. Por esta carretera llegamos a Cerceda, bonito pueblo de media montaña situado dentro de los límites del Parque Regional de la cuenca del Manzanares, que aunque cada vez se usa más como residencia habitual, siempre se ha disfrutado como pueblo de fin de semana y cuando pasas por allí, ves muchos chalets con paredes de piedra y tejados de pizarra con árboles y jardines. Al llegar, una carretera sale a nuestra derecha (M-608) que nos llevará hasta Manzanares el Real, donde su imponente castillo totalmente restaurado nos sale al paso, mientras que por el otro lado de la carretera nos acompaña el embalse de Santillana, llamado así porque fue construido por el Marqués de Santillana, y que a través del Canal de Santillana, surtía de agua algunos barrios del norte de Madrid en competencia con el Canal de Isabel II que provocó no pocos pleitos entre ambas compañías por la distribución del agua.

El embalse estaba lleno a rebosar y desde la carretera se contempla una preciosa vista. El sol del atardecer hacía unos bonitos juegos de luces que contrastaban el verde de los bosquetes de árboles salpicados de chalets de piedra y negros tejados como en Cerceda con el azul claro del cielo y el más oscuro del agua del pantano. Estas imágenes las aprecias mucho más en la moto, con el aire en la cara y sobre todo, gracias a los intercomunicadores, pudiéndolo compartir según lo estás viendo y viviendo con la persona que llevas detrás.



La carretera continúa hasta Soto del Real. Este pueblo aunque sigue manteniendo un ligero toque serrano a crecido enormemente, sin duda la influencia de la cárcel próxima ha debido tener mucho que ver en su desarrollo. Desde Soto parte una carretera (M-611) que, con unas curvas de por medio, nos llevará hasta Miraflores de la Sierra, donde paramos a tomar un refresco en una de sus plazas. Todo el centro del pueblo lo están haciendo peatonal. Hay infinidad de restaurantes en antiguas casonas y están rehabilitando todos los edificios principales. Da gusto verlo y pasearlo y pararse un rato a contemplar la gente tan variopinta que pasa por su calles.



Desde allí, por la M-610 continuamos a Bustarviejo. La carretera va descendiendo suavemente y la vista se pierde en la enorme extensión de terreno que se divisa desde aquellas alturas. A lo lejos se logra ver el embalse del Vellón. Siguiendo la carretera pasamos por Valdemanco y La Cabrera donde enlazamos con la A-1 para volver a casa.

La prueba de los intercomunicadores todo un exito, y ya estamos pensando en la próxima excursión que vamos a hacer con ellos.

martes, 26 de junio de 2007

¡Ya he estrenado la moto!

Como os podeis imaginar los que normalmente leeis este blog, el título no quiere decir que la haya sacado ahora del concesionario ni mucho menos... Pues eso, que se me ha caido al p... suelo y se ha roto el retrovisor.


Y no sé si es esto lo peor o que se me cayera en la puerta del colegio de G. , Si, si, con los niños, los padres, las madres ... mirando.


Tampoco sé que estaba más rojo, si mi cara por la verguenza, mi cara por el cabreo o mi orondo culo, para ser exactos el moflete izquierdo, porque claro, al intentar sujetarla, pudo conmigo y me tiro y me caí de culo cuan largo soy.


Todo fue por la impaciencia, acababa de dejar a G. en la puerta del colegio cuya calle está muy cuesta abajo. Ese día el conductor de la ruta se había puesto malo, así que tuvimos que llevar a los niños por nuestra cuenta y había un considerable follón de coches. Mientras G. se metía en el Cole, un coche aparcó en doble fila para dejar a sus vastagos, justo delante de la moto, por lo que no podía salir para adelante.


Lo lógico hubiera sido esperar, pero en su lugar, como yo tenía prisa y parecía que el señor del coche tardaba, en un alarde de superman, traté de subirla a mano, para atrás y cuesta arriba. ¡Vale! ahora también yo sé que con lo que pesa es imposible. El resultado es el que ya sabéis, se resbaló la pata de cabra y a tomar por culo la moto y el motero.


Esto pasó hace unos pocos días pero como no había actualizado el blog, (tenía que somatizarlo previamente) os lo cuento ahora. El retrovisor lo encargué y me lo trajeron a los pocos días por lo que la moto goza de su habitual imagen molona, pero mi culo que en un principio y sorprendentemente lucía blanquito y redondito, en la actualidad luce un color, que ni cuando se reunen los cardelanes para elegir Papa, se ve tanto morado.


Sigo intentando domar a la bestia, pero ella sigue ganando por goleada.

miércoles, 20 de junio de 2007

La primera excursión

Aunque este post lo debería haber escrito hace tiempo, no he podido, pero tampoco podía dejar de contaroslo,ya que cuando creé el blog, su finalidad principal era contar las excursiones que fuera haciendo.

Con la moto todavía reluciente del concesionario me dispongo a hacerle el rodaje en el más corto tiempo posible, así que programo una excursión sobre la marcha para irle cogiendo el punto.

Sábado, 02.06.2007 - 350 Km aprox - Madrid-Sacedón-Cifuentes-Brihuega-Jadraque-Guadalajara.
Salimos a las 12:30. La hora prevista eran las 10:30, pero hay hábitos que a ciertas edades no se pueden cambiar. Atasco llegándo a Alcalá de Henares, ¡Menos mal que vamos en moto!. presuntamente un piño y un corolario de mirones que en vez de quitarse de en medio y conducir se dedican a mirar. Ahora me explico el exito de esos programas televisivos sobre desgracias ajenas. Salgo por la primera salida que puedo tratándo de no liarme sobre la ruta prevista. Intento fallido. Por supuesto, me paso el desvío que debería haber cogido. Afortunadamente mi navegador partícular, marca Belén-Belén me corrige antes de que estemos totalmente perdidos, así que damos la vuelta y comenzamos la verdadera ruta.

Empezamos por la Ctra. de Arganda y Loeches camino de Anchuelo con un aperitivo de curvas, una nimiedad comparado con lo que nos espera, pero en esos momentos no lo sabíamos. Pasamos Santorcaz y cambiamos de Comunidad Autónoma. Aunque no hubiese carteles anunciándolo se sabría por el cambio tan radical de la carretera. Dejamos el buen asfalto con arcenes y pasamos a una carretera estrecha con cunetas llenas de hierba y arboles pegados al asfalto. Paramos en Pozo de Guadalajara para echar gasolina. Nos encontramos con media España echando gasolina en la misma gasolinera que nosotros ¡P... casualidad! Por fin conseguimos pagar y seguir camino. Casi me vuelvo a equivocar y me paso el desvío de Aranzueque. Belén-Belén, B-B en adelante, me corrije oportunamente. Para los listillos que a estas alturas ya lo hayan pensado, he de aclararos que no es que yo sea muy torpe, es que voy pendiente de mantener la moto por lo negro y ella lleva un mapa. Los pueblos que hemos pasado están muy adecentados, con las calles arregladas y las casas rehabilitadas. El campo está precioso y lse notan los olores dulzones de las flores y plantas silvestres. Luce un sol esplendido. Continuamos a Renera. Bajada pronunciada y más curvas. A medida que vamos bajando se perciben con detalle los campos de labranza que desde arriba se veían como un mosaico. Hay algunos agricultores faenando las tierras. Millones de amapolas (No, de esas no) tiñen de un rojo intenso las cunetas.
Seguimos por más curvas, los pueblos se suceden: Moratilla de los Meleros, Fuentelaencina, Alhóndiga, Entrepeñas y llegamos a Sacedón. En realidad no deberíamos haber llegado, pero ni B-B ha podido evitar que nos pasasemos un desvío a Alocén por una carretera que bordea el pantano de Entrepeñas por la izquierda. Improvisamos sobre la marcha y cogemos la primera carretera que vemos a nuestra izquierda (N-204). Luego comprobariamos en el mapa que habíamos tenido suerte, ya que la carretera que teniamos previsto coger era de color amarillo (técnicamente , de 3er. orden, antes conocidas como locales)y muy retorcida y nosotros, iendo por una roja (carretera nacional) y en teoría mucho más recta, ya me dolían las manos de frenar en las curvas. Al final las dos coinciden en un mismo punto, una por la izquierda y la otra por la derecha del pantano.

Una vez en el buen camino, más curvas. B-B se debe haber desconectado con tanta curva porque no me avisa de un desvío a nuestra izquierda que deberíamos haber cogido que por Durón, Budia y Santa Clara nos debería haber llevado a Brihuega y que nos habría ahorrado unos buenos kilometros. En resumidas cuentas, a improvisar de nuevo y ante la duda seguimos por donde vamos que a algún sitio llegaremos. Pasamos la Central Nuclear de Trillo, (aparentemente a día de hoy seguimos sin secuelas), Gargoles de Abajo y de Arriba entre un rosario de subidas, bajadas, curvas y más curvas. A estas alturas me duele el culo, los brazos, las manos, los ..., así que decidimos parar en un sitio tranquilo en la carretera a descansar un poco y repasar el mapa.

Tambien descubrimos que tenemos hambre así que decidimos llegar a Cifuentes que está muy próximo y comer allí.

Como en todos los sitios desconocidos nos vamos directamente a la plaza principal del pueblo (técnicamente centro urbano), paramos frente a Casa David y ¡¡¡Horror!!!, son las 15:30. ¿Nos darán de comer? Ya hemos tenido varias experiencias en esos pueblos de Dios en los que a partir de cierta hora, muy similar a ésta, todos los restaurantes ya están cerrados, incluso los bares con lo que no puedes ni tomarte un bocadillo. Lo encontramos abierto pero con las luces apagadas y 2 parroquianos terminándose su cosumición en la barra. Con cara de pena y/o hambre preguntamos ¿Podemos comer? El camarero nos mira como pensando ¿De donde se habrán escapado estos que a estas horas no han comido? Afortunadamente nos oye el dueño que estaba por allí y se apiada de nosotros y nos pasa al restaurante a cambio de que nos comprometamos a no hacer una sobremesa larga. ¡Perfecto! luego me enteré que no se podía fumar con lo que no tenía sentido hacer una sobremensa de ningún tipo.

Nos apretamos unas setas, no las habituales de cardo cultivadas que no saben a nada, sino unas excelentes setas naturales que nos confesó que le traian de Abejar en Soria y que luego él conservaba para que le durasen fuera de temporada; Un morteruelo, especie de foie gras caliente y deshecho servido en una sartencilla; lubina, que a decir de mi navegador B-B, estaba de P.M. y rabo de ternera, buenisimo. A decir verdad todo estaba excelente, el señor amable y el servicio rápido y bueno.


Después de bien comidos nos dimos un paseo por Cifuentes que es un pueblo muy cuidado, monumental y bonito.
















Con las energías repuestas y los cuerpos descansados, emprendimos camino con la intención de llegar a Brihuega. Hacemos varios intentos de perdernos, pero afortunadamente se cruza una gasolinera en nuestro camino donde preguntamos sin bajarnos de la moto y nos encarrilan adecuadamente. Vamos por una carretera muy bonita llena de árboles en los bordes que juntan las copas creando una bóveda verde sobre nosotros. Por supuesto, muchas curvas. LLegamos a Brihuega y como hacía poco que habíamos parado seguimos sin detenernos, aunque se ve muy monumental. Ya iremos otro día.
Seguimos camino de Miralrío atravesándo la N-II (A-2 que se dice ahora), por una carretera que sube y sube y sube y ... y que por supuesto, se retuerce como un rabo de lagartija. (Para darle más emoción, las curvas comienzan abiertas y se van cerrándo progresivamente). LLegamos a una especie de meseta donde se encuentra el pueblo que también es muy grande pero da la sensación de estar en medio de ninguna parte. Pasado el pueblo ponemos rumbo a Jadraque y como dice el dicho, todo lo que sube... pues eso, baja, baja, baja ... y con más curvas que la firma de un loco. Pasado un tiempo, abajo muy abajo, ¡Como estariamos de alto! se divisa el imponente castillo de Jadraque y seguimos bajando. ¡Ya lo tenemos a nuestra altura!, ¡No puede quedar mucho!... ¡Mentira! y seguimos bajando y retorciendonos hasta llegar al pueblo.

Breve parada al pié de la carretera para beber agua y recuperarnos. Comenzamos la vuelta por la CM-101 en dirección a Guadalajara. Por fin una buena carretera, bien asfaltada, ancha, con arcén, curvas abiertas y suaves, después de todo lo que llevabamos en el cuerpo, una gozada. Se suceden los pueblos, ¡Ojo! nos despistarse en las rotondas, Carrascosa de Henares, Fuencemillán, Cerezo de Mohernando, Humanes, Mohernando, Yunquera de Henares, Fontanar y así todo seguido hasta Guadalajara. Un poco antes de llegar, coger la circunvalación siguiendo las indicaciones A2-Irepal y nos incorporamos a la autovía para llegar a Madrid.

miércoles, 6 de junio de 2007

Las primeras V´sss

El otro día salí de una larga reunión de trabajo con la cabeza como un bombo y como hacía buena tarde y tenía mi moto recién estrenada, decidí irme a dar una vuelta para despejarme. No tenía un rumbo fijo, solo quería disfrutar un rato, así que me desvié de mi camino a casa, cogí la primera carretera que pillé que salía de la ciudad y me puse a hacer kilómetros. Desemboqué en una pequeña carretera local no muy transitada y allí me cruce con 2 moteros que me saludaron con las V´sss, a los que por supuesto correspondí educadamente.

Yo lo había visto hacer cuando iba en el coche, porque mi moto anterior no me permitía hacer escapadas, o cuando un antiguo compañero, desde hace algún tiempo relegado a una Vespa por motivos familiares, me contaba sus escapadas con su CBR 600 y el ambiente en los viajes con grupos. Me daba mucha envidia esa sensación de camaradería

En la moto a veces tienes sensación de soledad. En un coche tienes la compañía del locutor/a de la radio, u otra persona al lado que te habla o por lo menos ves, y además vas enlatado protegido del mundo y los elementos exteriores. En la moto, cuando vas por la carretera, y sobre todo si tiene poco tráfico, te sientes más vulnerable, expuesto a los elementos, sintiendo el exterior y normalmente no puedes hablar con el pasajero, ni escuchar la radio, o por lo menos no puedes hacerlo de forma legal. Cuando otra persona a la que no conoces de nada te saluda, hace que te sientas acompañado, sientes que formas parte de algo que te va a proteger y que si tienes un apuro te va a hechar una mano. Es la sensación de pertenecer a un grupo de gente especial (los piraos, que también los hay, no cuentan)

Desgraciadamente cuando las cosas se masifican, estos pequeños detalles se van perdiendo y yo creo que es bueno que lo tratemos de mantener. Así que, saludad y corresponded a los saludos, incluso a la gente que lleva motos pequeñas, que también hay mucho elitista suelto por ahí.

Por si algún no motero o uno de nueva hornada lee este blog, os diré que V´sss es un saludo que se suelen hacer los moteros cuando se cruzan por la carretera, poniendo los dedos índice y medio en forma de V, por lo tanto, V´sss es la transcripción escrita de ese gesto y equivale a "saludos".


No hay mucho acuerdo en cuanto a su origen. Unos dicen que los primeros que lo hicieron fueron los que tenían una Harley por analogía con la forma del motor de sus motos y otros que fue Barry Sheene, un gran piloto británico de motocicletas, ganador de numerosas carreras y de los campeonatos del mundo en la categoría de 500 centímetros cúbicos de los años 1976 y 1977. Siempre corría con una caricatura del Pato Donald en su casco, y el número 7 en el carenado de su moto.


Se retiró de la competición en 1984 , no sin antes sufrir un gravísimo accidente que en 1982 a punto estuvo de costarle la vida al estrellar su moto a más de 160 kilómetros por hora en el circuito de Silverstone durante un entrenamiento del Gran Premio de Inglaterra.


Este hombre cada vez que ganaba una carrera saludaba haciendo la famosa V a las cámaras. Se dice que el mito del saludo motero nació así en Inglaterra y se fue extendiendo poco a poco para convertirse en un símbolo de amistad y cordialidad.

Hace años los moteros se daban ráfagas con las luces para saludarse, de hecho en algunas cartas que los lectores mandan a revistas de motociclismo se despiden con: "ráfagas" = saludos. Las ráfagas también las utilizaban los camioneros pero con una finalidad bien distinta: Se avisaban entre ellos de que la Guardia Civil de Tráfico estaba en las inmediaciones, ya fuera un control, un rádar, o simplemente que estaban, etc. Esta forma de aviso trascendió hasta los conductores de turismos y se popularizó tanto, que Tráfico lo prohibió imponiendo fuertes multas, por lo que los moteros tuvieron que cambiar el saludo, si no querían terminar arruinados.

Como para los gustos se hicieron los colores, aquí tenéis una pequeña muestra de diferentes saludos y gestos moteros, ya que en todos los países no se saluda igual.

http://img55.exs.cx/img55/5947/Seales.jpg

Pero si queréis saber cual es el auténtico saludo motero de verdad, ver este vídeo,

www.youtube.com/?v=10dEdrq8cCQ

V´sss para todos.

lunes, 4 de junio de 2007

Ya puede Ud. recoger la moto


Madrid, Miercoles 29 de Mayo de 2007. 12:30 horas. Suena el movil. Al otro lado una voz pronuncia la tan esperada frase mágica. Me tiemblan las carnes. Esbozo un gracias y cuelgo. Respiro hondo y pienso: ¡Al fin!. La hora de salir de trabajar no llega nunca, además ese día tenemos un follón de coj... y tampoco puedo salir a la hora. Da igual, el concesionario no abre hasta las 17:00. Ya son las 16:30. Salgo. Evidentemente hoy me quedo sin comer. No importa, la ocasión lo merece.

Con puntualidad britanica, los que me conocen alucinarán, me presento en el concesionario nada más abrir. Allí, muy amablemente, me entretienen contándome un montón de cosas de la moto, de la documentación y de los más variados etceteras. Por fin, me dicen: "vaya a nuestro taller que está a la vuelta de la esquina y ya puede recoger la moto".

LLego al taller y allí está ella esperandome, placidamente tumbada, sugerente sobre su pata de cabra, flamante, resplandeciente, magnifica, enorme ...

Un señor con mono me explica otro montón de cosas y por fin la pone en posición y me dice, ya la puedes montar. Me subo, la arranco, suena suave sin estridencias, con un ligero toque ronco. la acelero con cuidado, son 145 C.V. y ... se me cala. Hago el ridiculo unas cuantas veces más antes de salir del concesionario. Deben pensar que Dios da pañuelo a quien no tiene mocos. ¡Me la pela!, bastante tengo con dominar a la bestia y no al revés. De momento gana ella por goleada.

La verdad es que tiene un tamaño que impresiona y sobre todo una potencia descomunal, así que la manejo con respeto no se vayan a desbocar los caballos. Ya en la calle, se me cala unas cuantas veces más al salir de los semaforos y son lo coches los que me pitan a mí. Ya me vengaré.

Hay un atasco momumental y yo, como un pardillo novato, voy detrás de los coches guardando educadamente mi turno. Deben pensar: ¡que motorista tan resptuoso con las normas que no va rompiendo retrovisores ni culebreando entre los coches!. En realidad es que me da la sensación que no quepo por ningún sitio, además por si no fuera lo suficientemente grande la moto, llevo las maletas que ocupan un huevo. LLego a casa a las mil.

Cuando me bajo me tiemblan las piernas y no deja de venirme a la cabeza cuando acompañé a Spock a recoger la suya. Ahora entiendo lo que le pasaba. Lo primero que hago es llamarle para contarselo. Risas. Hoy ha sido un gran día.


Y con todos ustedes... ¡¡¡ la protagonista !!!



domingo, 3 de junio de 2007

He encargado mi moto

Para poner las cosas en su justo orden, voy a hablar de los días previos a empezar a escribir este blog.

Por fin, tras mucho desearlo, voy a ser propietario de una impresionante y preciosa Yamaha FJR 1300 ABS.

La historia empezó hace mucho tiempo, pero nunca era el momento de poder llevar a cabo este sueño. La verdad es que me manejaba muy bien con mi Yamaha SR 250, a la que tengo un cariño especial, y que por supuesto conservo, porque fue la moto con la que aprendí hace algo más de 9 años y en realidad para moverme por Madrid de casa al trabajo y viceversa era ideal, poco consumo, poco peso, manejable ..., pero tenía "mono" de hacer excursiones y claro, con ella era impensable.

Donde viviamos antes compartía la plaza de garaje con un coche por lo que no podía tener una moto mayor, así que cuando me cambié a un nuevo piso con 2 plazas de garaje, dije: Ahora es el momento, pero luego vi anunciado que al año siguiente iba a celebrarse el salón Madrid Más Moto, y en un ataque de prudencia y "peseterismo" me dije que si esperaba al Salón conseguiría mejores ofertas y precios. En el trascurso de ese tiempo un amigo se compró la moto de mis sueños y cada vez que la veía los dientes me llegaban al suelo, pero me mantuve firme en mi decisión y esperé. ¡Mira que hacemos tonterías a veces!.

Por fin llegó el Salón, así que inmediatamente acudí al asalto de un concesionario que me proporcionara mi moto tan deseada, y efectivamente conseguí un magnifico precio de VIUS, donde la he comprado, no solo en la moto sino en los accesorios que encargué, además de un trato excelente.

Mientras esperaba a que llegase y la montasen, pués viaja desarmada entre cajas y bastidores de hierro, a través de la revista Motociclismo, me compre un programa para PC. Se trata de un planificador de rutas muy completo y fácil de usar.

Ni que decir tiene que inmediatamente me puse a diseñar una ruta con la que estrenar la nueva moto en cuanto la tuviese en mi poder.

¿Por qué un blog?

Tengo un buen amigo que se llama Spock y tiene un blog en el que entre muchas cosas cotidianas también habla de música. Yo creo que es la persona que más sabe de música del mundo mundial, porque conoce unos grupos de los que jamás he oido hablar. También es cierto que a mi me sacas de M-80 Radio y no conozco a nadie, pero la gente de la que suele hablar Spock, no suelen estar en las diversas listas de exitos y además sabe un montón de cosas de ellos y los ha escuchado personalmente en conciertos de esos que se hacen en pequeñas salas para selectos o en vinilos rebuscados en tiendas de música.

A mi me gusta leer lo que escribe, y espero su nueva entrada como si de un número de una revista o comic preferido se tratara, pero nunca me había planteado hacer yo mismo mi blog, fundamentalmente porque no sabía de que hablar.

Pero eso ha sido hasta hace poco en que una excursión en mi moto nueva me ha dado la idea. A partir de ahora hablaré de mis excursiones en moto. Espero que os guste.